EL SALTO DEL TEQUENDAMA
Estaba el Dios Muisca Chibchacum bastante enojado con su pueblo, porque esta parecía haber olvidado todas las enseñanzas y mandatos divinos que sus sabios ancestros les habían heredado, y después de bastantes intentos y advertencias para que retomaran la senda correcta, pero se dio cuenta que ya de nada esto servía y a pesar del amor que le tenía a su pueblo, decidió desbordar los ríos Sopó y Tibitoc con el que inundó toda la sabana donde se encontraban las viviendas y cultivos
muiscas.
Algún tiempo después, el gran dios Bochica, conocido también como el civilizador,no
sabía qué hacer para salvar a su pueblo, entonces compadecido por las desgracias de
éste, decidió arrojar su lanza de oro contra dos peñascos para dar de nuevo paso al agua y así devolver las tierras inundadas a su amado pueblo.
Con esta heroica acción, logró que su lanza abriese el peñasco, creando el gran Salto del Tequendama, dando prueba de poder, heroísmo y amor a su pueblo.
EL SALTO DEL TEQUENDAMA
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